Permite a las organizaciones -de todo tipo- gestionar, prevenir, controlar y reaccionar frente al soborno y la corrupción.

- Ayuda a planificar, implementar y certificar un sistema de gestión anti soborno como herramienta demostrable frente a clientes, proveedores, intermediarios, organismos del estado y otras partes interesadas.
- Contribuye a aumentar el compromiso con la ética en las organizaciones y a fomentar una cultura de integridad.
- Es idónea para integrarse con otros sistemas de gestión, como ISO 9001, 14001,45001, entre otros.